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Mostrando entradas de abril, 2012

Escribo para ti

Escribo para ti, como un vómito mental que debo dejar salir, escribo para ti, para aferrarme a lo que no tengo. Escribo para ti, como un derroche de letras sin sentido, escribo para ti, para vaciar mi cabeza de tantos sentimientos. Escribo para ti, como ejercicio mental, escribo para ti para sacar todo lo que pienso. Escribo para ti, como salida a este desasosiego, escribo para ti, para no sentir más este apego. Escribo para ti, como para mantener la esperanza, escribo para ti, para saber que no regreso. Escribo y escribo, y escribo para ti, para mi, para lo que sea que no me ahogue más por dentro. Escribo, solo eso, escribo, esperando que llegue el momento,cualquier momento. Escribo, escribo, escribo, espero, espero, espero.

A veces te extraño

A veces quisiera gritar que te extraño, que me haces falta en cada parte de mi ser, en cada lugar que habito, en cada sueño que tengo. A veces quisiera decirte cuanto te extraño, en mi mañanas, en mis tardes, en mis noches, en las comidas, en en mi vida, en mis peores y mejores momentos. A veces quisiera que supieres cuanto te extraño, en cada palabra que escribo, en cada cosa que pienso, en cada frase que digo. A veces quisiera extrañarte menos, olvidarte más, dejarte pasar de largo, dejarte de pensar. A veces, solo a veces, te extraño tanto que no puedo aguantar, te busco en los recuerdos vacíos que dejaste, en las palabras que se esfumaron con el viento, en las sobras de amor que dejaste, en la memoria de los momentos. Cómo hacerte saber que estás desapareciendo, cómo decirte que aún te amo, cómo decirte que te espero sin éxito, cómo decirte que aún hay tiempo. A veces quisiera salir corriendo a buscarte, salir corriendo a amarte, salir corriendo a

Silencio y Soledad

Estar solo y en silencio, cuando las voces agobian y agitan el alma, tomar papel y lápiz, escribir para callarlas... no poder hacerlo... no saber qué quieren decir... En el silencio y en la soledad es cuando te oyes, cuando las oyes; murmullo inapacible que confunde la cabeza, perturbante calma del silencio exterior y el ruido interior, el "yo" gritando lo que no deseas escuchar, lo que te niegas a oir. Pensar, pensar, pensar... cuando solo quieres estar en blanco, oyes el lapiz rozar el papel, deslizarse suave por las hojas vacías, no dejar de escribir, no dejar de pensar, no dejar de oir cuando ni deseas escuchar. Silencio y soledad, temor eterno a tener que oirse a sí mismo, miedo infinito a lo que te quieres decir, a lo que te tienes que decir... que no aceptas como realidad. Preguntas vagas, respuesta complejas, interpretaciones erradas, miradas perdidas, voces alteradas; grita el alma cuando no le oyen y dan vuelta en la mente las palabras... La ú