Entradas

Aquí estoy, aquí me quedo

Rompí con el silencio de mi manos, para dejarte un recuerdo de mis palabras, para estar ahí, a tu lado, para sonreír al verte a ti. Hoy escribí para ti, para que sepas que eres ese segundo que quiero cambie mi vida, ese pedazo de tiempo que rompa la rutina. Acabé el silencio de mis letras, pensé en ti. No quiero que vayas a ningún lado, o por ningún camino que no sea hacía mi. Hasta hoy, no quiero andar sola, quiero hacerlo junto a ti, sin etiquetas ni títulos, más que un pacto silencioso de amor a nuestra manera. Aquí es donde quiero estar hoy, junto a ti. Y de mis labios sale un tímido 'te quiero', con la medida de mis manos, el cual es para ti. Aquí estoy, aquí me quedo.

Los días.

No, hoy no es de esos días grises que parecen soleados. Hoy es de esos días soleados que parecen grises. No, hoy no es de esos días tristes que parecen felices. Hoy es de esos que son felices y parecen triste. No, hoy no es de esos días de "no" con cara de "sí". Hoy es de esos días de "sí" con cara de "no". Hoy es de esos días vacíos, aciagos, amargos. Hoy es de esos días pesados, densos, cargados. Hoy de esos días, de esos pocos días, donde es necesario llorar.

Notas Breves

Soy una melcocha, un terrón de azucar gigante; pero la vida me ha enseñado que no se puede ser tan dulce con personas que padezcan diabetes emocional o que tengan sentimientos light. Prefiero a aquellas personas que se empalagan, se empegotan las manos y la boca, hasta el hastio, con una sonrisa llena de dulce e hinchado el corazón de satisfacción. Prefiero esas personas que luego de estar hartas, se lamen los demos, se pasan la lengua por los labios y saborean los residuos azucarados de las manos, cayendo victimas de la gula. Definitivamente amaría a aquella persona que no muera de un coma diabético o de cargo de conciencia, por un par de kilos más, al aguantarme. El dulce es así.

Escribo para ti

Escribo para ti, como un vómito mental que debo dejar salir, escribo para ti, para aferrarme a lo que no tengo. Escribo para ti, como un derroche de letras sin sentido, escribo para ti, para vaciar mi cabeza de tantos sentimientos. Escribo para ti, como ejercicio mental, escribo para ti para sacar todo lo que pienso. Escribo para ti, como salida a este desasosiego, escribo para ti, para no sentir más este apego. Escribo para ti, como para mantener la esperanza, escribo para ti, para saber que no regreso. Escribo y escribo, y escribo para ti, para mi, para lo que sea que no me ahogue más por dentro. Escribo, solo eso, escribo, esperando que llegue el momento,cualquier momento. Escribo, escribo, escribo, espero, espero, espero.

A veces te extraño

A veces quisiera gritar que te extraño, que me haces falta en cada parte de mi ser, en cada lugar que habito, en cada sueño que tengo. A veces quisiera decirte cuanto te extraño, en mi mañanas, en mis tardes, en mis noches, en las comidas, en en mi vida, en mis peores y mejores momentos. A veces quisiera que supieres cuanto te extraño, en cada palabra que escribo, en cada cosa que pienso, en cada frase que digo. A veces quisiera extrañarte menos, olvidarte más, dejarte pasar de largo, dejarte de pensar. A veces, solo a veces, te extraño tanto que no puedo aguantar, te busco en los recuerdos vacíos que dejaste, en las palabras que se esfumaron con el viento, en las sobras de amor que dejaste, en la memoria de los momentos. Cómo hacerte saber que estás desapareciendo, cómo decirte que aún te amo, cómo decirte que te espero sin éxito, cómo decirte que aún hay tiempo. A veces quisiera salir corriendo a buscarte, salir corriendo a amarte, salir corriendo a

Silencio y Soledad

Estar solo y en silencio, cuando las voces agobian y agitan el alma, tomar papel y lápiz, escribir para callarlas... no poder hacerlo... no saber qué quieren decir... En el silencio y en la soledad es cuando te oyes, cuando las oyes; murmullo inapacible que confunde la cabeza, perturbante calma del silencio exterior y el ruido interior, el "yo" gritando lo que no deseas escuchar, lo que te niegas a oir. Pensar, pensar, pensar... cuando solo quieres estar en blanco, oyes el lapiz rozar el papel, deslizarse suave por las hojas vacías, no dejar de escribir, no dejar de pensar, no dejar de oir cuando ni deseas escuchar. Silencio y soledad, temor eterno a tener que oirse a sí mismo, miedo infinito a lo que te quieres decir, a lo que te tienes que decir... que no aceptas como realidad. Preguntas vagas, respuesta complejas, interpretaciones erradas, miradas perdidas, voces alteradas; grita el alma cuando no le oyen y dan vuelta en la mente las palabras... La ú

Te quiero

Te quiero, que no te quede duda que así es, te escribo, por que así me nace hacerlo, por cada mañana que me desperté junto a ti y fui feliz, por cada sí que te di desde mi corazón, por cada sentimiento que hiciste aflorar en mi. Te quiero, casi desde el momento en que entraste en mi vida, te escribo, por cada día que fui feliz y que tu lo fuiste junto a mi, por cada vez que mi corazón saltó al verte, por cada sonrisa que te di, que salía del alma por ti, por cada noche que te vi antes de ir a dormir. Te quiero, de una forma absurda, limpia, transparente, te escribo, por que ya no sé que hacer con estos sentimientos, por no ahogarme en pensamientos y preguntas sin respuesta, por que en realidad te extraño y quiero creer que piensas en mi, por que mientras lo hago te siento junto a mi. Te quiero, y no me queda más que dejarte ir, te escribo, para despedirme, para dejarte ir, para no amarrar más tu recuerdo, para no atarme a una esperanza sin sentido, para no esperar